Estas reflexiones, también podrían denominarse: deudas de ayer y de hoy en 100 años de vida republicana. “Para el 1° de de enero de 1909, en el inicio del mandato de Juan Vicente Gómez, tras el derrocamiento de su compadre Cipriano Castro, la deuda pública interna y externa de Venezuela, ascendía a la entonces colosal suma de Bs. 210.307.281.68 cms, de la época, acumulada desde los comienzos de la guerra de independencia. Esta deuda fue pagada íntegramente durante los 27 años que permaneció Gómez en el poder.
Hoy la deuda pública desde el año 2000, supera la galáctica suma de 1 billón, 15.000 millones de dólares en préstamos a largo plazo e ínfimo interés, así como donaciones a países y jefes de estado, suministro de petróleo y deudas de dudosa recuperación que figuran en las “Reservas Internacionales”, siendo el caso que las reservas liquidas, operativas, cash, chinchin, no alcanzan hoy a los USA$2.000 millones.
Desde su residencia habitual de Maracay, el General Juan Vicente Gómez, le envió al Dr. Juan Bautista Pérez, entonces Presidente Encargado, una carta que puede calificarse de histórica, fechada el 22 de mayo de 1930, hace ahora 86 años, en la cual “le sugiere” incluir en la Ley de Presupuesto, una partida para cancelar el saldo de la deuda pendiente. En esa carta, que tiene el membrete de “El Comandante en Jefe del Ejército Nacional”, el “benemérito” Gómez le dice: Hoy, cuando Venezuela toda y con ella la América y el mundo, apréstanse a conmemorar uno de los hechos más importantes de las historia, el centenario de la muerte de Simón Bolívar, Libertador y Padre de la Patria, creo que la mejor ofrenda, la más grata y perdurable a su memoria, sea la cancelación total de la deuda externa, suceso insólito por el que el país adquirirá nuevo lustre y decoro. Para tal efecto me permito insinuar la idea de incluir en la Ley de Presupuesto, que va a ser sancionada por el Congreso Nacional, la suma correspondiente al pago del saldo total de la deuda externa, que será alrededor de 19 millones de bolívares, a la cual quedará reducida al término del actual año económico.
Al referirse a la magnitud de la deuda que había encontrado cuando asumió el poder en 1909, el General Gómez, comenta:
Tenía la deuda pública para mí el sagrado interés de sus orígenes, que databa en sus comienzos de la guerra de emancipación. Errores, teorías inadaptables, cálculos ambiciosos y la sangría de las guerras civiles, la habían llevado para el 1° de enero de 1909, a la enorme suma de 210 millones, 307.281 bolívares con 68 céntimos. Si los libertadores realizaron la independencia política -me dije- yo debo completar su obra, realizando la independencia económica, fundando la paz y organizando la hacienda pública para hacer que el crédito de la Nación, se levante vigoroso del estado de abatimiento en que se halla. Gómez había venido amortizando la deuda nacional, en parte gracias al ingreso petrolero y fiscal, sin recurrir a empréstitos públicos y menos a créditos adicionales
Por contraste, la deuda pública que se ha venido acumulando, en los últimos 80 años, desde la muerte de Gómez, en 1935, supera hoy el billón de dólares, incrementada irracionalmente a partir del año 2000. Según cifras del BCV y la ONP el presupuesto nacional del año pasado superó los Bs.740.MM, calculados a la tasa de USA$ 60 p/barril, a lo que habría que agregar el monto de los créditos adicionales, aprobados por la extinta A.N., de 744.MM, mas 7.000 millones aprobados con premura, a fines de diciembre 2015, destinados a las gobernaciones y alcaldías, superando así el volumen total del presupuesto original en Bs.11.000 millones. Hablamos entonces de un gran total de Bs.1.5 billones, cifra similar al monto del presupuesto aprobado para el 2016, calculado a USA$ 40 p/barril sin incluir los créditos adicionales, que podrían experimentar un sensible decremento, por la anunciada revisión exhaustiva de origen, destino y justificación por parte de la actual Asamblea y por la debacle del precio petrolero, equivalente a la mitad del precio estipulado para calcular el presupuesto actual. La incógnita es ¿cómo financiar semejante cifra? ¿Imprimiendo más papel moneda sin respaldo? ¿Vendiendo el oro de reservas y otros activos?
El histórico documento del pago del saldo de la deuda pública de Venezuela, hace ahora 86 años, por el benemérito J.V. Gómez, concluye así: “La obra de Bolívar estará así completa, pues la patria que él soñó libre, próspera y feliz, se alzará ante el mundo en el pleno goce de su soberanía política y de la independencia económica. Con orgullo lo anuncio a mis compatriotas”
Raul Sanz Machado
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