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10 de agosto de 2012

El deterioro como forma de vida


OSCAR HERNÁNDEZ BERNALETTE |  EL UNIVERSAL
lunes 30 de enero de 2012  10:40 AM
Me quiero referir a varios temas relacionados con el deterioro físico del país. En primer lugar a la ciudad de Caracas y la situación de la infraestructura. Cualquier venezolano o visitante puede confirmar el deterioro de nuestra infraestructura en general y particularmente la vial. Nuestras carreteras son un desastre. Sin mantenimiento y no se han planificado nuevas vías para un país en donde crece la población y el parque automotor. La autopista Caracas-La Guaira se inauguró en 1953 y hoy sigue siendo la principal arteria que nos comunica con nuestro aeropuerto internacional, puerto y con la principal región turística para los caraqueños. Quién puede explicar cómo es que después de la tragedia de Vargas y la caída del viaducto por que el Gobierno no reacciona y le da prioridad a la construcción de una nueva vía. Proyectos existen y los recursos sin duda. Bajar y subir al litoral se ha convertido en un calvario. Cada día más accidentes. Más motorizados atropellados y haciendo de las suyas. El día de mayor afluencia de retorno a Caracas de convierte en espectáculo dantesco entre los carros, las motos, los atracos y los conductores bebidos o bebiendo. Las autoridades ausentes. 

El deterioro de la autopista Caracas-Valencia, más parecida a una intercomunal y los constantes accidentes ya deberían ser un alerta para cualquier Gobierno mínimamente eficaz. Por qué no recordar la vía a Oriente, otra vergüenza. Solo al constatar esa vía se comprueba la carencia de planificación a nivel nacional. 

En días pasados me preguntaba un visitante extranjero por qué no se retiraban y por el contrario se pintaban las estructuras deterioradas de las avenidas y carreteras. Nos acostumbramos a tanta desidia que pasamos por alto detalles que son incomprensibles para gente que nos visitan de otros países. Ciertamente, unas defensas destruidas por algún accidente fueron repintadas de amarillo en vez de cambiarlas inmediatamente. Sucede en muchas de nuestras arterias viales. Recordé el otro extremo, en las autopistas suizas, cuando hay un accidente llegan casi por igual, la policía, la ambulancia y el camión que cambia las defensas destruidas. 

Desde hace más de un año observo con asombro dos descuidos demasiado visibles por demasiado tiempo. La terrible entrada de la autopista del Este en dirección a la Universidad Santa María y Metropolitana. Depósitos de basura y descuido absoluto .Por allí circulan miles de estudiantes y personas diariamente. Cómo es posible que la autoridad que le corresponda no hace nada por buscar un sistema de recepción de basura que evite esa visual degradante, especialmente para nuestra gente joven. Igual sucede justo detrás del Centro Comercial Milenio en Los Dos Caminos. Si usted circula por la avenida principal de La Carlota encuentra un buen mantenimiento. A penas llega al Milenio encuentra pura basura justo a la salida de los metros. Allí hay que hacer algo entre la Alcaldía y el propio Centro Comercial. No se trata de dinero sino de disciplina y respeto por los miles de ciudadanos que por allí circulan a diario. 

En definitiva, nuestro país está atropellado. Muchas ciudades latinoamericanas han logrado superar con creces muchos de los problemas que afectan la cotidianidad. mejorados sus aeropuertos, carreteras, las plazas, las fachadas de sus edificaciones. En fin muchas cosas que sé que con voluntad y sobre todo con experticia se podrían resolver. Los ciudadanos nos acostumbramos a vivir con poca calidad de vida y nos hacemos menos exigentes. 

Lo que en muchos países son cosas obvias que deben hacer los gobiernos para nosotros en Venezuela se convierten en algo extraordinario. Tanto dinero derrochado, tanto tiempo perdido, tanta despreocupación por generar calidad de vida a nuestros ciudadanos. Demasiada improvisación y gente irresponsable que asumen obligaciones de Estado y Gobierno sin la debida capacidad para llevar adelante los deberes de la gobernanza. 

oscarhernandezbernalette@gmail.com

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