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10 de agosto de 2012

La evolución de las exportaciones colombianas


Los productos nacionales (de todo tipo) han logrado un interesante dinamismo en su movilidad hacia el exterior, que sólo se vio afectado en el 2009.


Uno de los temas más atractivos para el análisis doméstico contemporáneo, a causa de los resultados notablemente positivos, es el de las exportaciones. Los productos nacionales (de todo tipo) han logrado un interesante dinamismo en su movilidad hacia el exterior, que sólo se vio afectado en el 2009 a causa de los efectos internacionales de una crisis que ahora empieza a lucir interminable.
El año inmediatamente anterior a la llegada de Álvaro Uribe Vélez a la Casa de Nariño, la economía nacional había situado la cifra de sus exportaciones en U$12.330 millones.
Se consideró, entonces, que para el 2002 los resultados finales estuvieran por encima de esa cifra. No obstante, la situación fue diferente. El total de las exportaciones fue de U$11.975 millones, retornando casi al nivel de 1999, en términos de valor.
En su momento, y sin detenerse cuidadosamente a analizar los factores que llevaron a ese descenso, se presentó un ambiente enrarecido frente a lo que sería el futuro de la producción colombiana con venta en el exterior.
A los ministros de relaciones exteriores (Carolina Barco) y comercio (Jorge Humberto Botero), se les empezaba a cuestionar su estrategia conjunta y el sistema productivo nacional se hallaba inmerso en una molesta incertidumbre.
Sin embargo, empezó lo que podría denominarse un proceso de reconversión interna con efectos hacia afuera. Uribe Vélez lideró su estrategia de seguridad, como valor supremo del Estado, visualizada en función de la internacionalización de la producción nacional, tanto de commodities como de manufactura con algún valor agregado.
Fue una maniobra combinada con la disponibilidad de capital útil a la modernización industrial, fortalecimiento de la seguridad en las áreas rurales, presencia novedosa del Estado en zonas apartadas de la geografía nacional y una copiosa firma de acuerdos de todo tipo con economías de diferente tamaño, primero en la región latinoamericana y luego en otras latitudes.
El plan radicó en atraer inversión foránea e incrementar las exportaciones colombianas, tanto en volumen como en valor.
Las cifras iniciaron un ascenso vertiginoso que se ratificó en un incremento del 334% entre el 2002 y el 2010. En términos exactos se hace referencia a un avance real de U$11.975 millones exportados en el 2002 a U$39.820 al finalizar el periodo, según la información oficial presentada por el Dane.
Como resulta perceptible en el gráfico, la evolución de las exportaciones colombianas resultó muy positiva desde que la estrategia gubernamental empezó su desarrollo.
La cifra de los casi 40.000 millones de dólares en exportaciones para el 2010 quedó, entonces, como punto de partida al gobierno entrante del presidente Juan Manuel Santos.
Hoy, luego de un comienzo de siglo (la primera década) con resultados favorables, se ratifican los efectos del buen ejercicio de administración pública. En este aspecto hubo indiscutible continuidad gubernamental. El país prosigue por la senda del éxito exportador.
A noviembre del 2011 el Dane entregó la cifra de U$ 51.179 millones en ventas al exterior. De los cuales, el 40,77% perteneció al sector industrial, es decir, unos U$20.867 millones; el 54,81% al minero (U$28.054 millones); el 9,05% a derivados del petróleo (U$4.633 millones); y el 7,77% a productos de metalurgia básica (U$ 3.976 millones).
Los anteriores montos dan por sentado que durante la administración Santos se prosiguió con el dinamismo del mercado colombiano hacia el exterior. Prueba de ello es notar que en relación con el 2010, todos los meses del 2011 tienen cifras superiores en valores exportados.
Aunque en contraposición no resulte tan positivo el análisis de los volúmenes, pues de manera infortunada los relacionados con productos de industria y manufactura, poseedores de algún valor agregado, han quedado rezagados frente a la minería y los commodities en general.
Es importante también anotar que el hecho de que el Gobierno Santos rompiera un récord en menos de la mitad del tiempo previsto parece no ser tan positivo. Sin datos consolidados aún, se sabe que la Inversión Extranjera Directa (IED) que llegó al país en el 2011 estuvo por encima de los U$13.000 millones (al 04 de noviembre se situaba en U$12.546), convirtiéndose en catalizador de las exportaciones tradicionales.
El sector de la minería e hidrocarburos, en general, adquirió un ritmo tal que disparó el ejercicio exportador, al punto de tener hoy a Colombia recibiendo U$52.000 millones en ingresos anuales por ventas al extranjero.
Por tanto, es oportuno debatir si el aumento paralelo de la IED y las exportaciones se presenta como una oportuna estrategia, o si se está ante un ejercicio económico de poca trascendencia para el desarrollo nacional. Esa es una discusión obligada.
Luis Fernando Vargas Alzate
Coordinador del Área de Relaciones  Internacionales, Universidad Eafit.

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