Nota de la Organización Mundial de Comercio con un análisis de los datos del comercio internacional en 2010 y sus perspectivas para 2011.
Evolución del comercio internacional
Una blog de consulta...Comercio Internacional,Comercio Exterior, Aduanas; temas que tratare en este espacio, centrado sobre todo en Venezuela, sin menosprecio de información de otras latitudes.
Buscar este blog
15 de abril de 2011
29 de enero de 2011
Crearán un área de integración profunda
Colombia, Chile, México y Perú buscan ahondar las relaciones de comercio, inversión y finanzas entre las cuatro naciones.
Los ministros de Comercio de Colombia, México y Perú y el Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, se reunieron, ayer en la capital de este último país, para avanzar en la definición de la hoja de ruta a seguir para la conformación de un Área de Integración Profunda (AIP), tras la propuesta inicial hecha, en octubre de 2010, por el Presidente del Perú.
La idea del AIP, vale recordar, surgió del mandatario peruano Alan García hace menos de tres meses, como preámbulo a la realización de la VI Reunión Ministerial del Foro Arco del Pacífico Latinoamericano, que se cumplió en Cusco, Perú. Posteriormente, el presidente Sebastián Piñera, de Chile, invitó a sus homólogos de los tres países mencionados a una primera reunión para empezar a revisar la forma de fortalecer la relación, con miras a esa integración profunda.
Según lo ha explicado el ministro de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, Sergio Díaz-Granados, los cuatro países en cuestión ya tienen una serie de acuerdos de libre comercio profundos, y la idea es ir más allá de ellos. También ha reiterado que “esta es una excelente oportunidad, tanto para mejorar el relacionamiento en comercio, inversión y finanzas, entre nuestras naciones, como para seguir avanzando hacia el objetivo de acercarnos cada vez más a las economías de los países del Asia-Pacífico”.
La iniciativa tiene objetivos similares a los que persigue el Foro Arco: integrar a los países latinoamericanos de la Cuenca del Pacífico y estrechar sus vínculos con los de Asia-Pacífico. Para lograrlo, el Arco ha venido trabajando en los temas de convergencia comercial e integración; facilitación de comercio y logística; promoción y protección de las inversiones y cooperación para la competitividad.
Ahora, ese es, precisamente, uno de los propósitos que envuelve la propuesta peruana, pues si bien iniciativas similares, tanto en Aladi como en el Foro, también apuntan a la creación de espacios de integración, no buscan lograr el grado de profundidad que se espera con el AIP.
Además de los ministros mencionados, estuvieron presentes, entro otros, el secretario de Economía de México, Bruni Ferrari García de Alba; el director general de Relaciones Económicas Internacionales de Chile, Jorge Bunster, y el viceministro de Comercio Exterior de Perú, Carlos Posada Ugaz.
En forma paralela, y encabezada por la presidenta de Proexport, María Claudia Lacouture, se avanza junto con sus similares de Chile (Prochile) y Perú (Promperú) en el diseño de las primeras iniciativas tendientes a implementar un plan conjunto que permita fortalecer la presencia y promoción comercial de los tres países, en la región Asia Pacífico.
“Tenemos una tarea importante de integración en los tres países donde compete a Proexport, Prochile y Promperú desarrollar la estrategia para lograr un aprovechamiento comercial en Asia Pacífico”, explicó Lacouture.
El objetivo es que cada país pueda aportar lo mejor de su experiencia tanto en la promoción de exportaciones como la atracción de turismo e inversión extranjera, teniendo en cuenta que se trata de economías complementarias.
Así mismo, se busca sacar provecho de la presencia que actualmente tienen los tres países en la región Asia Pacífico: Proexport Colombia, con su oficina comercial en China, y Prochile, con presencia en otras 11 naciones. Al compartir oficinas se reducen los costos de operación.
4 países: Colombia, Chile, México y Perú, buscan tener un área de integración profunda.
Plan conjunto de promoción
El trabajo en equipo entre Proexport, Promperú y Prochile permitirá, en materia de promoción de exportaciones, participar conjuntamente en ferias internacionales, elaborar planes de exportación sectorial, realizar campañas de fortalecimiento en imagen país, activación de líderes de opinión y clientes, desarrollar misiones comerciales, proyectos sectoriales, macrorruedas y estudios de mercado.
En turismo se podrá trabajar en la elaboración de estudios de mercado, identificación de mayoristas y participación conjunta en ferias del sector.
En inversión se harán estudios de mercado, identifica-
ción de tendencias de inversión y contactos con los principales inversionistas.En el proceso de establecimiento de la alianza a través de acuerdos comerciales, se buscará realizar actividades conjuntas en la región Asia Pacífico en el primer semestre de 2011, misiones comerciales y/o seminarios.
28 de enero de 2011
El acuerdo MSF: Acuerdo de la OMC sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias
Por Gretchen H. Stanton, Secretaria, Comité MSF, Organización Mundial del Comercio
Forum de Comercio Internacional - No. 3/2010
Aunque los derechos de importación de muchos productos agrícolas se redujeron o eliminaron a tenor de acuerdos comerciales preferenciales, los agricultores de países en desarrollo tropiezan con nuevas dificultades para vender sus productos en todo el mundo. Los requisitos técnicos, especialmente en materia de higiene e inocuidad de los productos, son hoy uno de los mayores obstáculos comerciales para muchos productores.
El Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (Acuerdo MSF) de la OMC tiene por objetivo establecer el equilibrio entre el derecho de los gobiernos de proteger la inocuidad de los alimentos, la sanidad vegetal y la sanidad animal por un lado, y evitar que estas medidas sanitarias y fitosanitarias sean injustificadas barreras comerciales, por el otro.
Creado por el Acuerdo MSF para supervisar su aplicación, el Comité MSF examinó el funcionamiento y la aplicación del acuerdo tres veces desde su entrada en vigor en 1995.1 El informe del tercer examen deja claro que el Acuerdo MSF ofrece un marco efectivo de reglas sobre las medidas comerciales adoptadas para proteger la inocuidad de los alimentos, la sanidad vegetal y la sanidad animal. Muchos gobiernos plasmaron obligaciones clave del Acuerdo MSF en sus reglamentos nacionales. En primer lugar consideran si la aplicación de una de las normas internacionales en la materia2 proporciona el nivel de protección sanitaria que el país considera apropiado y, de no ser así, basan sus exigencias en una evaluación de los riesgos sanitarios que conlleva la comercialización del producto. El Comité MSF elaboró directrices para ayudar a los gobiernos a garantizar un enfoque coherente a la hora de determinar sus niveles aceptables de riesgo y seleccionar medidas para alcanzarlos.3
También estableció directrices para ayudar a los gobiernos a aplicar la ‘equivalencia’ , es decir, el reconocimiento de que distintos métodos de producción o tratamiento de otro país pueden aportar el mismo nivel de protección sanitaria que aquel de las medidas del país importador.4 Una decisión más reciente del comité aporta directrices para adaptar requisitos a la luz de la situación relativa a plagas y enfermedades de la región productora que puede diferir de aquella de otras partes del mismo país.5
El Comité MSF se reúne tres veces por año y ofrece a los Miembros de la OMC la oportunidad de plantear preocupaciones comerciales respecto a los requisitos de los socios comerciales en materia de MSF. Desde 1995, se plantearon 340 temas comerciales concretos al Comité MSF (véanse Figuras 1 y 2). Las cuestiones de sanidad animal incluyen zoonosis, entre ellas, la encefalopatía espongiforme bovina. Los países en desarrollo se muestran cada vez más activos en recurrir al Comité MSF como medio de abordar determinados problemas comerciales, pero lamentablemente, pocos países menos adelantados (PMA) participan activamente (véase Figura 1).
A fin de que los productores preparen sus productos para la exportación es crucial que sean informados a su debido tiempo de las modificaciones de los países importadores en materia de MSF. El Acuerdo MSF estipula que los Miembros han de notificar dichas modificaciones a la OMC previendo un plazo prudencial para aceptar comentarios de los socios comerciales y modificar requisitos antes de que entren en vigor. Una excepción permite que los gobiernos impongan de inmediato MSF frente a una situación urgente, pero la medida de emergencia debe ser temporal y al revisarla han de considerarse los comentarios de los socios comerciales. Los procedimientos y formatos para garantizar la transparencia adoptados por el Comité MSF se examinan y revisan periódicamente en reuniones especiales.6
Hasta fines de 2009, los Miembros de la OMC habían presentado 7.315 notificaciones regulares y 1.163 de emergencia en materia de MSF. La mayoría procedía de países desarrollados, pero las procedentes de países en desarrollo registraron un aumento sostenido contabilizando el 47% del total por esas fechas. Las notificaciones de PMA son contadas y preocupa que éstos no examinen sistemáticamente las notificaciones de otros países relativas a modificaciones que pueden afectar sus exportaciones. Se creó un sistema de bases de datos de documentos para ayudar a los países en desarrollo a procurarse esas notificaciones y otros documentos de mayor pertinencia para ellos.7
Tras los debates periódicos para garantizar que los países en desarrollo se beneficien plenamente del Acuerdo MSF y reciban asistencia para cumplir con las consiguientes obligaciones, el Comité MSF adoptó un procedimiento que permite a los países solicitar un trato especial y diferenciado, o asistencia técnica, para cumplir con los nuevos requisitos notificados por otros países.8 El Comité MSF recibe información de la asistencia técnica prestada por donantes, organizaciones internacionales o la Secretaría de la OMC, incluidas las actividades del Servicio de Elaboración de Normas y Fomento del Comercio.9
Aunque el Acuerdo MSF propició una mayor disciplina de los gobiernos en lo que respecta a los requisitos de inocuidad de los alimentos, sanidad vegetal y sanidad animal, subsisten otras dificultades. De más en más, grandes empresas minoristas y cadenas de restaurantes empezaron a establecer sus propios requisitos en materia de MSF. Aunque éstos pueden ser beneficiosos para mejorar la higiene y el acceso a algunos mercados, existen muchos motivos de preocupación en cuanto a los costos adicionales para pequeños productores, los requisitos científicamente injustificados y la proliferación de normas. El Comité MSF considera posibles medidas para abordar la cuestión.10
1 Los informes de estas tres revisiones figuran en los documentos de la OMC G/SPS/12, G/SPS/36 y G/SPS/53.
2 El Acuerdo MSF reconoce pertinentes las normas sobre inocuidad de los alimentos adoptadas por la FAO y la Comisión Conjunta FAO/OMS del Codex Alimentarius; las normas de protección vegetal de la Comisión de Medidas Fitosanitarias de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria de la FAO y las normas de sanidad animal y zoonosis de la Organización Mundial de Sanidad Animal.
3 Directrices para fomentar la aplicación práctica del párrafo 5 del artículo 5, documento G/SPS/15 de la OMC.
4 Decisión sobre la aplicación del Artículo 4 del Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias, documento G/SPS/19/Rev.2 de la OMC.
5 Directrices para fomentar la aplicación práctica del Artículo 6 del Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias, documento G/SPS/48 de la OMC.
6 Las recomendaciones más recientes figuran en el documento G/SPS/7/Rev.3 de la OMC.
7 Sistema de gestión de la información MSF: http://spsims.wto.org/Default.aspx
8 Véase el documento G/SPS/33/Rev.1 de la OMC.
10 Véanse los documentos G/SPS/W/230, G/SPS/GEN/932/rev.1, y G/SPS/W/247/Rev.1 de la OMC.
ACUERDO SOBRE OBSTÁCULOS TÉCNICOS AL COMERCIO
OMC
Los reglamentos técnicos y las normas de producción varían de un país a otro y la multiplicidad de los mismos puede complicarle la vida a productores y exportadores, así como servir de excusa para el proteccionismo. A fin de contrarrestar esas posibilidades, el Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al Comercio (OTC) tiene por objetivo garantizar que los reglamentos, las normas y los métodos de prueba y certificación no creen obstáculos innecesarios.
En el Acuerdo OTC se reconoce el derecho de los países de adoptar las normas que consideren apropiadas, por ejemplo, para la protección de la vida o la salud de las personas, los animales y la preservación de los vegetales, la protección del medio ambiente u otros intereses de los consumidores. No se impide que los miembros tomen las medidas necesarias para garantizar que se cumplan sus normas, pero eso se contrabalancea con disciplinas.
El acuerdo también contiene un Código de conducta para la elaboración, adopción y aplicación de normas. destinado a gobiernos y organizaciones no gubernamentales o industriales. Dicho código, por el que se rigen más de 200 organismos de normalización, estipula que los procedimientos empleados para decidir si un producto cumple con las normas pertinentes tienen que ser equitativos. En el acuerdo también se invita a los países a reconocer los respectivos procedimientos para evaluar la conformidad de un producto. Sin ese reconocimiento, los productos tendrían que someterse a prueba dos veces, primero en el país exportador y luego en el país importador.
Fabricantes y exportadores deben estar al tanto de las normas vigentes en sus mercados prospectivos. Para contribuir a garantizar que se disponga de la debida información, se solicita a los gobiernos de los países Miembros de la OMC que establezcan puntos nacionales de información y se mantengan informados entre sí por conducto de la OMC: cada año se notifican unas 900 regulaciones nuevas o modificadas. El Comité OTC es el principal centro de intercambio de información de los Miembros de la OMC y el foro más importante para abordar preocupaciones relativas a los reglamentos y su aplicación.
Etiquetas:
0MC,
ARTICULOS VARIOS,
Normativas
La calidad - prerrequisito de las exportaciones: Creciente complejidad de los requisitos técnicos de los mercados de exportación
Por Shyam K. Gujadhur, Asesor Principal de Normas y Gestión de la Calidad, ITC
Forum de Comercio Internacional - No. 3/2010
Los exportadores de los países en desarrollo cada vez se sienten más presionados a ajustarse a las normas internacionales si se proponen entrar con éxito en mercados de países desarrollados.
En diversos países en desarrollo se avanzó bastante en construir la infraestructura de la calidad requerida, capacitar a los exportadores para que comprendan la índole y el detalle de las normas de calidad a cumplir y tomar las medidas necesarias para ceñirse a ellas. En muchos países en desarrollo donde todavía queda por instalar la infraestructura necesaria para ayudar a los exportadores a cumplir con los requisitos del mercado, el camino hacia disposiciones efectivas está bien definido y, lo que es muy importante, abundan ejemplos a seguir y oportunidades de influir en las normas.
Obstáculos no arancelarios, públicos y privados
La disminución gradual de obstáculos arancelarios para facilitar el comercio trajo aparejado un aumento de obstáculos no arancelarios. Estos últimos abarcan las regulaciones técnicas y las medidas sanitarias y fitosanitarias (MSF) impuestas por los gobiernos para proteger la salud y la seguridad de sus ciudadanos y el medio ambiente; normas voluntarias establecidas por organismos de normalización nacionales, regionales e internacionales –tales como la ISO 9001 para sistemas de gestión de calidad y la ISO 22000 para sistemas de gestión de seguridad alimentaria– y normas privadas de consorcios y minoristas. En el sector alimentario, los brotes periódicos de enfermedades cuyos vectores son los alimentos dieron lugar a reglamentaciones más estrictas que responsabilizan a los proveedores de productos de marca de la seguridad de los mismos, salvo que puedan demostrar la debida diligencia. A su vez, esto dio lugar a que foros y consorcios establecieran normas privadas tales como la Norma Mundial de Seguridad Alimentaria del Consorcio Británico de Minoristas y la GlobalG.A.P. del Grupo de Trabajo de Minoristas Europeos sobre Buenas Prácticas Agrícolas. De preocupaciones ambientales y sociales no sólo nacieron normas como la Producción Acreditada Responsable Mundial que se aplica sobre todo a los sectores del vestido, el calzado y la confección, la SA 8000 sobre responsabilidad social (véase página 13) y disposiciones sobre la huella de carbono, sino también órganos como el Consejo de Administración Forestal para la Madera y el Sector Mobiliario, y el Consejo para la Administración Marina que reglamenta la pesca.
Dificultades para las empresas de países en desarrollo
Lo primero que necesitan las empresas que se proponen exportar es información actualizada sobre los requisitos técnicos, voluntarios y obligatorios, aplicables en los mercados de destino. A las pequeñas y medianas empresas (PYME) les resulta particularmente difícil mantenerse al día de esos requisitos que no cesan de cambiar.
Una vez obtenida la información correcta, las empresas tienen que adaptar sus productos a los requisitos de los mercados de exportación, lo que puede exigir costosas inversiones para adquirir equipamiento y mejorar la infraestructura. Además, aunque las regulaciones técnicas y las MSF se basen en normas internacionales, las empresas tendrán que resolver otros problemas ya que tal vez sus necesidades concretas se hayan omitido cuando se elaboraron las normas en cuestión. Por lo general, los países en desarrollo acatan normas, pero no las elaboran. A su vez, la proliferación de normas privadas en materia de seguridad alimentaria, asuntos ambientales y asuntos sociales, entre otros, plantea complejas dificultades a los exportadores.
Tras haber adaptado el producto a los requisitos del mercado de destino, el exportador tiene que demostrar que cumple con ellos. En muchos casos, se le obliga a recurrir a órganos de certificación extranjeros que son reconocidos en el mercado de exportación. Los costos pueden ser altos. En el caso de los alimentos y productos agrícolas puede resultar imposible exportar porque en el plano nacional no existen ‘autoridades competentes’ y reconocidas que certifiquen que el producto cumple con los requisitos del mercado de exportación; citemos como ejemplo, las exportaciones de productos pesqueros a la Unión Europea (UE).
Un problema de talla para las empresas exportadoras de frutas y verduras es la cantidad de tiempo que tardan en obtener acceso a los mercados. A fin de facilitar el análisis de riesgos en el mercado de destino, es preciso trazar el perfil de las plagas y enfermedades asociadas al producto que se entiende exportar; si este último tiene plagas y enfermedades que no existen en el país importador, hay que tratarlo antes de obtener el acceso al mercado. Por ejemplo, en la década de 1990, China tardó ocho años en lograr acceso al mercado australiano para su pera del Ya, en espera de que sus instalaciones de huertos y envasado fueran registradas y que se aplicaran medidas de gestión de plagas. La importación de productos agrícolas también requiere controles para proteger cultivos autóctonos que podrían resultar dañados por la introducción de plagas y enfermedades foráneas.
Superar las dificultades para exportar
Influir en los requisitos técnicos
La OMC trató de minimizar los obstáculos no arancelarios exigiendo que sus Miembros establecieran regulaciones técnicas y MSF nacionales a partir de las normas internacionales. Esa decisión aumentó significativamente la aplicación de normas internacionales, pues éstas son más pertinentes para las exportaciones que las normas nacionales. De ahí que sea imperativo que los países en desarrollo establezcan normas para productos de interés exportador a fin de que se tengan en cuenta sus necesidades concretas a la hora de elaborar normas internacionales.
En el plano nacional se pueden crear mecanismos para recabar las opiniones del sector empresarial y contar con su participación en la elaboración de normas internacionales. Malasia, importante exportador de leche vegetal (sucedánea de la leche basada en grasas vegetales) producida a partir de aceite de palma, participó en reuniones del comité competente de la Comisión del Codex Alimentarius y logró influir en las normas internacionales. India intervino activamente en la formulación de la norma ISO sobre el té negro en la que se tuvieron en cuenta sus opiniones.
Cuando un Miembro de la OMC propone regulaciones técnicas y MSF que no se fundan en normas internacionales y que pueden tener una repercusión importante en el comercio, debe notificárselo a los demás Miembros para que sus ideas se tomen en consideración antes de terminar de elaborar las normas en cuestión. Asimismo deben rastrear esas notificaciones y presentar comentarios toda vez que lo requiera la protección de sus exportaciones.
Obtener información sobre requisitos técnicos
Una de las obligaciones de los miembros de la OMC a tenor del Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al Comercio (OTC) y el Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (MSF) consiste en fijar puntos de investigación para suministrar información sobre requisitos técnicos a otros Miembros de la OMC. A su vez, dichos Miembros pueden convertir esa obligación en un derecho obteniendo en esos puntos información actualizada sobre normas públicas y requisitos técnicos de carácter obligatorio de los mercados de exportación. En el caso de las normas voluntarias de consorcios y minoristas resulta más difícil obtener información, pues quedan al margen del mandato relativo a los puntos de investigación.
Los exportadores han de mantenerse al tanto de las modificaciones de los requisitos técnicos que se aplican a los productos de sus mercados de exportación. Guatemala exportaba bayas a México cuando de pronto se encontró con que a sus productos se le negaba la entrada. En México, los requisitos de importación habían cambiado y esos cambios no habían sido rastreados ni comunicados a los exportadores guatemaltecos. Existen métodos eficaces de rastrear los cambios y transmitirlos a las partes interesadas; citemos como ejemplo la Alerta al Exportador del Consejo Canadiense de Normas.
Adaptación de productos y demostración de la conformidad
Tras obtener información sobre los requisitos técnicos de los mercados de exportación, las empresas tienen que adaptar sus productos y demostrar una conformidad aceptable ante los compradores y reguladores del mercado de destino. Las asociaciones sectoriales se encuentran en buena posición de ofrecer servicios de asesoría. Cuando también son órganos de certificación, los órganos nacionales de normalización no pueden brindar esos servicios, pues no pueden ser juez y parte.
Los costos de certificación pueden ser onerosos cuando se recurre a órganos de certificación extranjeros, por lo cual, las empresas pueden compartirlos, sobre todo en lo que respecta a las tarifas aéreas. Los pequeños agricultores pueden agruparse y acceder a la certificación de grupo que ofrecen dichos órganos.
Las empresas pueden elegir entre diversas opciones estratégicas tales como emplear una estrategia de salida para dejar mercados difíciles y acceder a otros menos exigentes; adoptar una estrategia de cumplimiento anticipándose a las normas y aplicándolas por adelantado, o bien, adoptar una estrategia de ‘voz’ participando en la elaboración de normas. Un ejemplo de estrategia de salida es Benin, que en julio de 2003 tomó la decisión in extremis de suspender voluntariamente la exportación de gambas a la UE porque su Gobierno no podía garantizar la conformidad del marisco con las directivas europeas más recientes (véase el estudio de caso en la página 20).
Resolución de controversias
En el plano bilateral, las querellas entre socios comerciales podrían resolverse en los márgenes de los comités de OTC y MSF de la OMC o en reuniones de aquellos comités donde se abordan determinados asuntos comerciales. Ahora bien, si no se llega a un acuerdo, la parte agraviada puede recurrir al mecanismo de solución de diferencias de la OMC. El conflicto entre la UE y Perú respecto a la clasificación de las sardinas es un ejemplo de obtención de acceso a un mercado previamente rechazado. La UE se había negado a clasificar la variedad peruana de sardinas como tal, a pesar de que esa decisión infringía la norma pertinente de la Comisión del Codex Alimentarius. La UE tuvo que modificar su reglamentación para ajustarla al Codex y permitir la importación de sardinas peruanas.
La infraestructura de la calidad
Establecer una infraestructura de la calidad que comprenda normalización, metrología, análisis, inspección, certificación y acreditación es complejo, oneroso e insume tiempo. No obstante, es un elemento crucial de la competitividad exportadora de los países. En economías de reciente industrialización se observó que las PYME rara vez utilizan proveedores de servicios extranjeros cuando no existe capacidad nacional. Enviar a calibrar el equipamiento en el extranjero o recurrir a auditores extranjeros es disuasivo. A la hora de elaborar su estrategia nacional de exportación, los países en desarrollo deberían prestar especial atención a la creación de una infraestructura de la calidad. Se recomienda un método paso a paso; el primero consiste en establecer un organismo nacional de normalización que preste servicios de análisis, calibración e inspección, así como un punto de investigación nacional que ofrezca información sobre los requisitos técnicos de los mercados de exportación. Esa es la mínima infraestructura de la calidad mínima para cualquier país. El siguiente paso es establecer órganos de certificación. Cuando existe un número importante de organismos de evaluación de la conformidad, se puede crear un sistema nacional de acreditación.
El sector público debería ocuparse de garantizar la rastreabilidad de las mediciones y el control de pesos y medidas, tanto en el comercio como en la acreditación. A su vez, el sector privado debería prestar servicios de evaluación de la conformidad como los de análisis, inspección y certificación. El sector público y el privado podrían encargarse de normalizar y suministrar información técnica. El sector público también podría prestar servicios de evaluación de la conformidad como los de análisis cuando sea de interés nacional y no haya interés del sector privado por insuficiencia de ganancias.
Una asociación de concertación público-privada puede ser muy útil para crear una infraestructura de la calidad. En Sudáfrica, una asociación de viticultores trabajó con el Departamento de Agricultura en la creación de un sistema para mantener las exportaciones a la UE. El Departamento de Agricultura, autoridad competente, certifica el vino para exportación basándose en los resultados de la evaluación de la conformidad de laboratorios y órganos de certificación tanto públicos como privados y debidamente acreditados. Los análisis no son de su competencia.
En la infraestructura de MSF, el sector público se encarga del mantenimiento de zonas exentas de plagas y enfermedades, la inspección fronteriza, la cuarentena por enfermedades de plantas y animales, y el control epidemiológico. Las empresas sólo pueden exportar a un mercado determinado como la UE cuando el gobierno ofrece garantías oficiales en materia de seguridad alimentaria. El sector privado también desempeña un papel importante por el enfoque preventivo que tiene que adoptar, ya que así lo exige la implantación del sistema de Análisis de Riesgos y Control de Puntos Críticos para muchos productos alimenticios.
Habida cuenta de la gran inversión que requiere la creación de una infraestructura de la calidad se podrían considerar enfoques regionales. La colaboración en el plano regional requiere una mínima infraestructura de la calidad en cada país. Entonces, las instituciones nacionales podrían compartir experiencias y recursos limitados como el equipamiento y el personal. Una red regional de análisis facilitaría el uso de laboratorios debidamente acreditados en países vecinos. En muchos países en desarrollo es bastante improbable que una organización nacional de acreditación cubra los costos porque no hay suficiente trabajo. Un organismo regional de acreditación sería más apropiado, pero establecerlo y obtener el reconocimiento internacional puede llevar mucho tiempo. Por ejemplo, se tardó más de 12 años en poner en funcionamiento el Sistema de Acreditación de la Comunidad del África Meridional para el Desarrollo mediante un acuerdo de hermanamiento con el Sistema Nacional de Acreditación Sudafricano, órgano de acreditación reconocido^internacionalmente.
El camino por delante
Los países deberían crear una adecuada infraestructura nacional de la calidad, teniendo en cuenta las pertinentes cadenas de valor, lo que es crítico para productos agrícolas y alimenticios (cuya certificación debería estar a cargo de autoridades nacionales competentes) y para proteger frutas y verduras de plagas y enfermedades.
También habría que crear mecanismos que permitan estar al día de los requisitos técnicos que se aplican a productos de interés exportador para tenerlos en cuenta y difundir información actualizada a los exportadores. A tales efectos, sería conveniente forjar una asociación público-privada.
Las asociaciones sectoriales podrían ofrecer servicios de asesoría para adaptar los productos a los requisitos de los mercados de destino y los órganos nacionales acreditados podrían otorgar la consiguiente certificación, siempre y cuando sean reconocidos en dicho mercado. También se podrían utilizar los servicios de órganos extranjeros.
Cumplir con los requisitos técnicos garantizará que se obtenga el acceso a los mercados. No obstante, existe la necesidad de ir más allá de esos requisitos técnicos y complacer a los consumidores. Fomentar una cultura de innovación, permanente mejora y excelencia –por ejemplo, mediante una política nacional de calidad– contribuirá en gran medida a posibilitar las exportaciones.
Las carreteras interoceánicas se suman al desarrollo de América Latina
La costa pacífica de Suramérica se convierte en escenario de importantes inversiones.
Los nuevos proyectos viales que cruzan Suramérica desde el océano Atlántico hasta el Pacífico consolidarán el rol de Brasil como líder del continente, y abrirán una nueva salida de exportación hacia Asia.
Esas carreteras no redefinirán las rutas del comercio mundial como lo hizo el Canal de Panamá, pero su impacto será considerable.
Perú dice que las rutas -que eventualmente conectarán directamente con cinco puertos en su costa del Pacífico- le ayudarán a convertirse en un punto estratégico entre dos de los mercados emergentes más grandes del mundo: Brasil y China.
La primera de las tres carreteras transcontinentales que pasarán por Perú ya fue abierta, y los defensores del medio ambiente han advertido sobre una mayor deforestación en la cuenca del Amazonas.
La carretera tiene una longitud de 5.438 kilómetros, unos 1.400 kilómetros más que el trayecto entre las ciudades de Los Ángeles y Nueva York. Otra ruta, que une a Brasil con Bolivia y Chile, fue inaugurada a fines del año pasado.
Los proyectos son un ejemplo concreto de las llamadas inversiones sur-sur, que esquivan los mercados tradicionales del mundo desarrollado y reflejan un cambio en la economía global.
“Brasil siempre ha mirado su relación internacional por el Atlántico. No tenía una vía efectiva o eficiente de llegar al Pacífico para tener un vínculo con los países asiáticos. Tenía que usar el Canal de Panamá o el Estrecho de Magallanes”, dijo Juan Zevallos, presidente del regulador del transporte peruano Ositran “Ahora existe una alternativa”, agregó.
China ya desplazó a Estados Unidos como el principal socio comercial de Brasil, con un intercambio que alcanzó los 56.000 millones de dólares el año pasado, 25 veces más que los flujos registrados en el 2000.
En los últimos cinco años, Perú y Chile han firmado pactos de libre comercio con China, cuyo voraz apetito por minerales lo han convertido en su mayor socio comercial junto a Estados Unidos.
Zevallos dijo que la nueva infraestructura modificará el escenario geopolítico a medida que China demande más alimentos, minerales y petróleo de Sudamérica, un continente rico en recursos naturales. Ositran regula concesiones en infraestructura por 5.000 millones de dólares, muchas de ellas proyectos ‘interoceánicos’.
Odebrecht, la firma brasileña que construyó la carretera, planea invertir 10.000 millones de dólares en proyectos de infraestructura -desde agua y energía hasta más caminos- en Perú en los próximos cinco años.
Amenazas ambientales
Las carreteras no vienen sin costos. Estas pasan por varios de los puntos más prístinos de la Amazonía y ayudarían a la deforestación
a medida que los ganaderos y agricultores buscan tierras más baratas.
En agosto, incendios causados por agricultores con el fin de limpiar la maleza cubrieron con humo partes de la Amazonía.
La vía también ha disparado la explotación ilegal de oro.
Crece economía alrededor de vías
El sur de Perú, donde la carretera desde Brasil se divide en tres caminos que van hasta los puertos en el Pacífico como el de Matarani, ya ha visto una mejora económica gracias a estas nuevas vías.
José Luis Bonifaz, economista de la Universidad del Pacífico, afirmó que la carretera sumará 1.500 millones de dólares, un punto porcentual al Producto Interno Bruto anual de Perú, que habría crecido el año pasado cerca de un 9 por ciento.
“El tráfico ya superó lo que habíamos proyectado para el 2020 y 2021, así que el impacto económico es aún mayor”, detalló.
Bonifaz agregó que las primeras oportunidades comerciales favorecerán a los peruanos que exportan vegetales y cemento al norte de Brasil, donde los consumidores pagan altos precios por los bienes transportados desde el estado de Sao Paulo.
Operadores portuarios dicen que las oportunidades comerciales con Asia estarían limitadas a los productos fabriles de mayor valor.
“Es mejor y más barato enviar bienes como la soja, mineral de hierro y granos por tren”, dijo James Hall de Galbraith's, un operador marítimo internacional basado en Londres.
En el largo plazo, una vez que sea inaugurada la ruta en el norte de Perú, se podrán enviar por esta carretera los cargamentos de las plantas de productos electrónicos en Manaus que utilizan componentes de Asia, dijo Bonamigo, de la embajada brasileña.
Erick Hein, gerente del puerto de Matarani en Perú, dijo que los gobiernos no han realizado estudios exhaustivos sobre cómo la vía interoceánica apuntalará el comercio con Asia, a la vez que la consideró como un subproducto inevitable de la integración sudamericana.
10.000 millones de dólares en proyectos de infraestructura -desde agua hasta más caminos- se invertirán en Perú en los próximos 5 años.
Reuters
Suscribirse a:
Entradas (Atom)